¡Vamos a darnos!




Oigan, tenía un rato de no escribir... he estado corriendo por la vida de un lado a otro, de un avión a otro por trabajo, de una liga de zoom a otra. Lo cual me tiene inmensamente feliz, con el corazón hinchado, y con muchas ganas de más y aunque no he tenido tiempo de escribirte, eso me ha dado tiempo para pensar mucho más e intentar llevar una vida medianamente balanceada entre trabajo, familia, amigos, hobbies, el date, meditación, ejercicio, alimentación saludable y llevar hábitos chidos. ¡Creeme: es verdaderamente un reto!

Quiero compartirte algo que ha rondado mi mente, mi corazón y mis relaciones ultimamente.  He ido elaborando en mi cabeza mucho los últimos meses y me ha costado mucho en muchos sentidos... entenderlo, asimilar, soltar y elegir quitarle el drama al asunto también. 

Ya sabes que amo las relaciones humanas, compartir, ver a mis amistades, platicar, salir, cotorrear y crecer mi amistad. Creo que soy alguien que tiene / o suele tener amistades largas, sólidas y duraderas; hace unas semanas, un compañero dijo en un grupo de whats: "acabamos de cumplir 20 años de conocernos, hay que celebrar" y me siento inmensamente feliz de poderles compartir en qué trabaja, qué hace, qué ha sido de su vida, por lo que hice el acuerdo de visitarlo en un par de semanas que estaré en la ciudad en la que vive.  Sé que disfruto del cotorreo con él y así pasa igual con muchas amistades del kinder, primaria, secundaria, prepa, hobbies, voluntariados, trabajos, incluso familia.  Y me siento dichosa y plena de la manera en la que he gestionado mis relaciones por todos estos años.  Sin embargo, y lo triste de ésta anécdota, es que él no recibió respuesta alguna en ese chat. 

Recientemente entré en un dilema sobre las relaciones que tengo... pienso que cualquier relación es para dar y recibir amor, reciprocidad,  o al menos en la manera en la que yo puedo amar y pueden amarme. No quiere decir que amemos de la misma manera, ni de la misma intensidad... Todas las personas hemos aprendido a amar y expresar amor de maneras diferentes basadas en nuestra historia, experiencia, familiares y factores alrededor de nos. 

Ese veinte me cayó por una experiencia en particular. De pronto mando stickers mis amistades como para preguntar: ¿Cómo vas? ... lo hacía con 4 ó 5 personas por día y empezó a ser una buena manera de mantenerme en contacto con mis seres queridos, hasta que un día un amigo dijo reclamando: "me estás poniendo en una lista de distribución"... me tardé en responder, porque, al sentirlo como un comentario pasivo-agresivo muy poco asertivo, lo que respondería inmediatamente podría ser un: "ya no te escribo y ya". Así que... tuve que reflexionar en vez de reaccionar (lo cual, no sé si lo has experimentado, pero es mucho más difícil de lo que suena, porque se mezclan muchas emociones). Total que mi respuesta fue algo así: "este mensaje es mi esfuerzo por mantenerme en contacto contigo, y siento que es un poco más del esfuerzo que tú haces por buscarme". Ese mensaje ha detonado en mi un temototota: Reciprocidad en las relaciones (cualquiera que ésta sea).  

Tiene que ver con mis apegos, creo que mi estilo tuvo que ver con mi familia, particularmente con mis abuelos... eran personas que constantemente estaban/ están al pendiente de mí, de nosotros/as como grupo / familia.  Y la forma de estar fue con mensajes, yendo a comer los domingos a sus hogares, a cenar, conversar, compartir tiempo... Y... ahora que se los cuento a ustedes, caigo en cuenta que a partir su ausencia... eso ha sido mucho más complejo para mi familia, conectar, encontrarnos... creo que quienes somos más afines se nos facilita más que con quienes no y que el esfuerzo quizá sigue, pero no de la misma manera, ni con la misma intensidad que fue. Entonces, hoy en día, quien intenta hacer ese esfuerzo sin reciprocidad, llega el momento que se fatiga de insistir. (incluida yo). 

Eso a nivel familiar, ahora en un contexto amistoso: al inicio de una relación, ese apego no es tan relevante, pero conforme va creciendo un vínculo se va haciendo todo mucho más intenso,  vamos desarrollando muchos temas que implican amor, paciencia y compromiso: querer el bien de la otra persona, darse amor, compromiso, lealtad, curiosidad, compartir, harta fuerza de voluntad, compartir valores, o quizá espiritualidad, aprender a resolver conflictos. Y ... creo que a veces las buenas intenciones llegan a joder cualquier relación socio-afectiva, o incluso pensar en los tiempos, compromisos y la vida cotidiana que ... puffff... en estos días de chamba intensa, en mi caso, supera mi capacidad de relacionarme con mis seres amados. 

O sea, no sólo es entender que amamos diferente, también hay que entender que pasamos por diferentes etapas, momentos y que somos completamente distintos y tenemos prioridades, compromisos, tiempos y todo el contexto diferente. 

En un contexto de ligue, romanticismo: Cuando una relación de pareja es idealizada, o sea, los primeros pasitos que vamos dando en un date ¡Claro que todo es más sencillo! y hay un esfuerzo cabrón por ser y estar juntos de ambas partes.  Hay deseo, pasión que van alimentando la relación... pero habrá un momento en que se vuelva parte de la cotidianeidad y entonces busquemos esa libertad de hacer y decidir por nuestros tiempos, espacios y ahora si... buscar de manera real cómo voy a darte y como vas a darme amor de una manera que no implique "el sacrificio" si no que sea lo común sin dañar nuestra propia individualidad.  O sea, el reto es: ¿cómo nos amamos desde los parámetros que hemos aprendido y podemos compartirlo en un punto en donde puedan ser afines? ¿cómo permito que me ames como sabes amar y me permites amarte como yo sé amar y cómo alineamos eso? ¿Cómo ser recíproca desde un lugar cómodo y con empatía? 

Y vaya, ahora salgo con alguien que está siendo recíproco conmigo,  pero ... llevo muchos años de salir con morros que ofrecen poca reciprocidad, de "nos vemos" - "hoy no puedo", sin una propuesta más (donde yo esperaría una oferta que incluya un: hoy no puedo ¿qué tal mañana?" por que sin ello, para mi, se corta la fluidez, la armonía y las propuestas... y entonces... una vez más es Raquel con esta sensación de persecución que sucede incluso con muchas de mis relaciones más cercanas

He estado re-significando muchas relaciones a raíz de pensar en la palabra "reciprocidad" y he ido notando como yo sola me he ido colocando en lugares incómodos... personas que me escriben para pedirme contactos, difusión, consejos recurrentemente... pero que cuando yo busco para ir a comer, vernos, la oportunidad de compartir recibo cosas como "ay, si estaría padre, nos ponemos de acuerdo en la semana" y el día de esa semana nunca llegó. Personas que con un reclamo me dicen "vaya, hasta que te acuerdas de mi", pero que no hicieron un esfuerzo por acordarse de mi, personas que se sienten u ofenden por que hice algo a lo que no les invité pero que yo no he sido invitada... personas que se quejan de que no cuidé su amistad, pero tampoco están dispuestas de encontrarme a mitad del camino. 

¡Claro! eso ha hecho que valore mucho más a las personas que siento que a veces yo misma no valoraba tanto, o que a través de sus detalles hacen que siente el mucho amor que hay... Quien me dice: no tengo chance, pero hablemos por teléfono... paso a verte un ratito, te mando este sticker porque pensé en ti, con quienes comparto audios porque neta no hay tiempo para conversar, o incluso, como sabes, el año pasado hice una rifa para juntar lana para una cirugía.. y yo no esperaba que toda la gente comprara un boleto, pero si hubo quien dijo: "no tengo lana, pero dime qué hago".  ¡A eso me refiero con reciprocidad! no necesariamente tener el dinero, el tiempo... pero si las ganas de seguir creando conmigo. Y por supuesto el compromiso y responsabilidad que tengo yo al recibir tanto amor y cariño de alguien. 

Esta semana pude comer al fin con una amiga a la que adoro, admiro y amo con todo mi ser que me comparta sus logros, sus retos y sus fracasos... en meses pasados me dijo "hoy no puedo, me expuse al covid", otro día fue "perdón, parece broma, de nuevo me expuse al covid"... y la semana pasada, no sólo me buscó para vernos, también me mandó un invite de google para agendar conmigo y darnos el tiempo que nuestra amistad merece. ¡Insisto! ¡entiendo que no todos deben amarme con Google Calendar! pero sentir esa consideración de su parte hizo explotar mi corazón de amor, me hizo sentir reciprocidad en nuestra relación. Estoy chida con un "me acordé de ti" y así también yo evaluar lo que está en mis manos dar para hacer sentir amor a quienes me importan. 

Entonces, el reto real ha estado en hacer conciencia en las relaciones en las que: 

1. estoy dispuesta a dar recibiendo poco o nada.

2. estoy dando poco o nada (porque no quiero dar más) y recibiendo mucho. 

3. estoy dando mucho y recibiendo poco (sabiendo que es por la situación en la vive y mostrando empatía) confiando en que en otro momento será distinto.  

4. estoy dando poco o nada (por mi situación) y recibiendo mucho (por empatía)

Me parece que seguramente hay más variables, pero al momento son las que he identificado. 

Y creo que mientras si entiendo la forma en la que me relaciono, más placentera se vuelve mi vida, más fortalezco mis propias relaciones, más entiendo mis carencias y dificultades. Y cada vez todo eso me sirve para ponerme en sintonía con los sentimientos de otras personas y tener relaciones sanas. 

Entiendo que cada quien da lo que puede con lo que tiene, y ahí es donde la reciprocidad se vuelve aún más relevante. ¡No puedo pedir que los/las demás amen como yo amo, o como yo quiero ser amada! ... y entonces, donde dejo de tomarlo personal, por que ... cada quien ama como sabe, pero yo lo que busco es amor en la misma intensidad (no la misma forma) y es donde admiro su esfuerzo por acercarse y nutrir nuestra relación, y es ahí en dónde pienso: ¿quiero relaciones con niveles bajos de reciprocidad?, ¿en qué modelo me muevo y se mueve la otra persona?, ¿qué tanto estoy dispuesta y por cuánto tiempo a seguirte pidiendo vernos para comer?, o ¿no recibir un mensajito de cómo estás? ¿qué hago yo por esa relación? ¿qué estoy formando?

Con todo este rollo medio filosófico, lo que quiero decirte es: Quizá ahora no es el mejor momento para compartirnos con la misma intensidad, quizá ese momento de nuestras historias ya pasó, quizá hoy elijo no acercarme tanto por que me cansé, o no quieres acercarte por que te cansaste y para ti que resuenas con esto mi propuesta y esperanza está situada en: Espero que un día regresemos a estar en sintonía. 

Y para ti que haces eco conmigo en los mismos niveles de intensidad, reciprocidad (no en formas): ¡Gracias! por intentar encontrarnos en una relación donde construimos y cuidamos de nuestros recursos afectivos para intercambiar en equilibrio amor, paz, bienestar. ¡Gracias por tener el compromiso de compartir conmigo tu integridad y querer recibir la mía.  

¡Vamos a darnos pero también a recibirnos!



Entradas populares