Este fue el año

Cada año me propongo por estas fechas evaluar todo lo que uno puede aprender en tan sólo 365 días y cada día me sorprendo más de la capacidad del ser humano de aprender, compartir, equivocarse, sobresalir, fracasar, emprender. 

En tan sólo 8,760 horas tenemos la maravillosa capacidad de reinventarnos y tomar nuevas decisiones que cambian todo un panorama, en ocasiones de rumbo de vida, otras tantas en misiones personales, historias amorosos, encuentros e incluso desencuentros. Y como sabes, a mi me encanta compartir lo poco o mucho que soy a través de algunas palabras en las que espero que encuentres algo que te sirva. 

Mi andar por los 32 ha tenido un poco de todo, vino bien condimentado mi año de sabores dulces, amargos, agrios y otros tantos dignos de no volverse a probar jamás. 

Como sabes, soy ñoña por vocación y digamos que en el estricto sentido del aprendizaje este año aprendí Impro, Clown, Dirección de Organizaciones de la Sociedad Civil, Escritura Creativa, aprendí de mis maravillosos amigos de Dr.Payaso y la magnífica labor que hacen, tomé clases de bachata, zumba, ritmos latinos, spinning, yoga, natación, y lo más reciente este fin de semana acompañada de gente extraordinaria sobre Educación a través de los sentidos y Facilitar con alto impacto. 

Me sentí orgullosa de participar con algunas causas y proyectos en los que creo, además de Risaterapia que como he compartido en numerosas ocasiones, se alinea muy bien a mis misión personal de vida y a mis creencias. Hice cumpleaños con causa, marché con mi familia y amigos por los Derechos de Inclusión y Respeto a la diversidad (ya se volvió una linda tradición), apoyé un poquito a un Asilo que hace una labor admirable, juntamos y recaudamos ropa para gente en situación de calle, conocí una pizzería con causa, fui como siempre a visitar mi museo favorito dónde lloré como una loca por los feminicidios en mi país. ¡Dejé el popote! :D 

Este año (este mi año) acompañé a mis queridos amigos en su boda... la cual me pareció un cuento de hadas al estilo chilanga banda. Me hace tan feliz compartir con alguien lo mucho que se aman no importa que tan cercana soy, lo disfruto tanto... porque creo que es una manera hermosa de decir: Quiero que seas testigo y me acompañes en esto!... ¡Es bonito! así que gracias por hacerme parte, no sólo Eydar y Caro, también algunas otras bodas a las que fui invitada y siento la gratitud correr por todo mi ser. 

Este año afiancé varias amistades, la vida es tan irónica, que ante situaciones poco fáciles te pone en frente fortunas no previstas muy gratificantes. Conocí gente maravillosa,  re-conocí personas de las que no me sentía cercana y ahora ocupan un lugar importante en mi corazón y a veces todo es tan fácil como tomar una muy mala decisión para lograrlo. Hice muchos nuevos amigos, perdí a algunos otros (unos dolieron mucho, otros no tanto, otros no me enteré). 

Aprendí que familia no necesariamente es sinónimo de amistad y que si quieres que un familiar sea tu amigo debes "regar la plantita", no solamente ser de la misma sangre, sino participar activamente en la construcción de una relación en donde todos se sientan plenos e identificados. Y que a su vez hay muchas personas que se vuelven familia justo por esa construcción en equipo que siempre se agradece, como Annie... mi hermana (a la que tuve oportunidad de por fin llevar a Garibaldi con ayuda de otro de mis amigos que parecen y se sienten como familia. 

Este año perdí a una de las personas más importantes de mi vida, Abuelita Mary... tuve la suerte de poderme despedir de ella, de sentarme a su lado y darle las más sinceras gracias que he podido y además tener mi primer tatuaje en su honor.  A su vez la misma vida (y mi hermana y mi cuñado) me regalaron a una persona que en tan sólo un par de meses se ha convertido en fuente de inspiración, armonía e impulso para hacer y deshacer el mundo entero ¡Soy la tía más feliz del universo Patricio!

Me reí a carcajadas, bailé como un trompo, canté, gocé inmensamente, fui al teatro, al cine, a bailar con la gente que amo. He compartido momentos increíbles de paz al lado de nuevas y fortalecidas amistades! 

Desarrollé locuras acompañada de otros cuantos locos que confiaron en lo que creo o bien, yo creí en lo que creen... ¡me desesperé! ¡me frustré! ¡me encabroné! hay cosas que logré y hay cosas que no logré. Lo que sí tengo claro es que por un lado... uno siempre debe tener la capacidad de pedir ayuda, y por otro... siempre tener la intención de compartir los aprendizajes. 

Este año mi salud me dio una sacudida... creo que fue una ligera llamada de atención y también un agradecimiento a lo fuerte que es mi cuerpo. Pero una atenta y amable manera de recordarme que no soy inmortal. Pero a su vez, encontré en la natación una gran manera de meditar, de cuidar mi cuerpo, de encontrar paz y además divertirme mucho (cosa que en 30 años no había logrado encontrar en nada que tuviera que ver con el ejercicio). 

Viajé: a celebrar a grandes amigas por sus cumpleaños, a ver a mi hermana y a Patricio  metido en su panza y a conocer el fin del mundo en compañía de unos cuantos Argentinos amorosísimos, fui a la playa a realmente a dormir, leer y descansar acompañada de otro amigo con quien amo compartir ñoñería, viajé mucho por temas de  trabajo, viajé a hacer a 3 nuevas y maravillosas amigas. 

De amor aprendí un chorro también... aprendí que no me gusta romper un corazón que me importa, pero a veces es necesario (siempre que no sea con las intenciones de lastimarlo).  Descubrí que no hay nada peor que no seguir tu sexto sentido en cuanto amor se trata, si crees que es sospechoso... ¡lo es! ¡confía en ti!... aprendí que no hay nada peor a que te pidan no ser tú mismo o que te juzguen por tu manera de ser o de pensar. Sí, a mi también me han roto el corazón y mi confianza también ha sido traicionada. 

Aprendí que en la claridad, asertividad y el respeto de acuerdos está la mejor o la peor historia amor. Hoy creo que el verdadero reto es encontrar valores compartidos para entonces construir juntos lo que queremos hacia el futuro. ¡No es nada fácil! y tampoco es fácil encontrar gente con la humildad suficiente como para poder negociar y buscar relaciones en las que todos ganen. Desapegarse, confrontar el miedo no es nada fácil y creo que requiere muchísimo valor, pero sobre todo mucho amor sincero e intenciones de estar juntos. 

¡Me descubrí como una enamorada y a su vez alguien que tiene muy claro hacia dónde quiere ir! Lo cual lo complica todo y eso sumado a las miles de opiniones, críticas y juicios de los demás. 

Este año aprendí que jamás voy a aceptar que una persona exponga la integridad de otra de ninguna manera, puedo entender que todos los seres humanos tenemos huequitos que llenar, pero de eso a utilizar mentiras, exposición, tratos irrespetuosos o deshonestos... creo que es algo que reta a mi tolerancia y mi buen humor. Y son personas a las que hoy en día no necesito para todo lo que quiero lograr por muy duro que suene reconocerlo. Entiendo que no se vale juzgar, pero también sé que cuando el público cacha descubre sin querer cual es el truco del mago es difícil tener una postura neutral y hay que tomar decisiones. 

Aprendí que no hay nada más bonito que dos personas alineando expectativas ¿qué quiero de ti? ¿qué quieres de mi? para no perder el cariño y confianza que se tienen... hacer acuerdos cuando somos amigos para cuidarnos mucho el día que no lo seamos.  Descubrí que es lindo quitarle lo platónico a un amor para reinventar relaciones y además suele ser mucho más interesante y enriquecedor enamorarte del cerebro de alguien por sus grandes ideas para cambiar el mundo, por su asertividad, su pasión, su entrega y valentía ante el constante cambio y necesidad del mundo de ser cada día mejor y más competente. Enamorarte más allá de una sonrisa para enamorarte de un montón de neuronas interconectadas para seguir creciendo y aprendiendo. 

¡Me salió mi primer cana hace algunas semanas! Me atreví a preguntar a mi papá por algunas decisiones que tomó alguna vez, ¡me acerqué mucho a mis papás y me gusta! 

Aprendí, desaprendí... me sentí vulnerable, me sentí segura, orgullosa, paciente, intranquila, encabronada (como hace muchos años no me enojaba), me sentí retada, atacada, feliz, nerviosa, triste, contenta, melancólica, generosa, egoísta, acompañada, sola, temerosa, miedosa, pero también valiente, celosa, libre, cansada, llena de energía, inteligente, me sentí también muy estúpida, me sentí amable pero también en otras cuantas ocasiones me sentí grosera. Me sentí tomada del pelo, burlada y traicionada, pero también me sentí plena, feliz y gozosa. Y total que aquí estoy compartiéndote algunos de mis 525,600 minutos teniendo 32 años... sin duda un año muy shockeante en muchos sentidos, retador y cansado... pero a su vez, uno más de los mejores de vida. 




Entradas populares