Remedios contra la mala suerte


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Mi año ha contenido mucho aprendizaje. Creo que este año me agarró desprevenida, o a lo mejor la vida dijo "tú si puedes con esto y mucho más". 

Si te soy franca, he pasado la mayor parte del año espantada. 

No tiene caso que me tire al drama, he pasado un poco de todo, en resumen: crisis de salud, de amor, existencial, laboral, de identidad personal, familiar, económica, de imagen, de amistades, hasta la más reciente que seguro a ti también te tocó: sísmica. Creo que este 2017 sí, me ha dado muchos retos los cuales se han convertido en maravillosos aprendizajes. 

Estoy segura que de estos mismos acontecimientos hay muchas cosas que no me di cuenta que tenía que aprender, otras tantas que aprendí, y otras a las que decidí no aprenderle nada.



Espero que estas experiencias te sirvan como remedios contra la mala suerte: 



1. Todos ayudamos en dónde podemos, cómo podemos y dando lo mejor que tenemos:  No todos damos lo mismo que tú, déjame dar lo mejor de mí como yo lo sé hacer y si sabes cómo puedo hacerlo mejor Guíame (también yo me asusto y me equivoco).  

2. No dejes que tu mente te juegue malas pasadas. ¡Qué complicado es dejar a la mente en el aquí y el ahora! La imaginación se va a volar fácil y rápido. ¿Cómo reaccionarías al escuchar "Queremos descartar que sea cáncer"?  la mente vuela rápidamente a verte en quimioterapias, haciendo testamento y se me va a caer el cabello. ¡Tiembla y piensas: volverá a temblar y ahora si me muero aplastada! La imaginación no tiene límites, pero la realidad no va a la misma velocidad de tu mente. ¡Ríndete! El presente es el único momento donde verdaderamente puedes hacer algo, hacer, cambiar, tomar decisiones.


3. ¡Cuida tus súper poderes! ¡Dosifica tu ayuda! Y no lo digo porque la des a cuenta gotas! nooooo, no sabes cuánto tiempo durará una crisis. ¡No desbordes tus superpoderes, tu capacidad de ayuda! Necesitamos que pienses bien y de manera inteligente la manera en la que apoyas de tal forma que seas capaz de hacerlo por semanas, meses e incluso años! Cuida tu súper poder, decide con inteligencia que SIRVE más!!!! Si dar 1,000 sándwiches hoy o dar un sándwich diario durante 1,000 días!


4. No lo tomes personal, nadie está buscando lastimarte... solo estamos intentando resolver nuestros temas personales de una u otra manera ¡Jamás es personal! ni siquiera cuando te lo dicen a tí. Todos somos re buenos para opinar, pero no lo hacemos por herir a nadie, a veces no medimos el poder de nuestras palabras. 

5. Silencio, ¡Respira! Me está costando mucho trabajo entender que se valen las pausas, se vale encerrarte en casa, no responder el teléfono, ir corriendo a casa de mamá a llorar y chiquearse con la familia con el único objetivo de respirar, pensar, re-encontrarte, para tomar decisiones, para descansar, para crear, para lo que quieras.  

6. Como dice mi querido amigo Andrés, "Aprende a ser un buen pepenador" escucha atentamente y con objetividad todas esas opiniones, juicios, ideas; escucha con mucho amor todas esas palabras que vienen a veces desde el amor, de la tristeza o del enojo pero siempre vienen de una gran necesidad. Toma con sabiduría todo lo que te sirva para crecer, aprender y cambiar lo que debes cambiar, mejorar lo que debes mejorar y crecer. 

7. Las decisiones que tomes con miedo serán decisiones miedosas. Las decisiones que tomes con valentía serán decisiones valientes. ¡Cuídate! ¡Protégete! ¡Aprende! ¡Ama a los tuyos! Pero por favor, que el miedo no te quite las inmensas ganas que tienes de VIVIR!

8. No estás solo/a. Nota quienes te rodean y cómo te rodean. Es tan cierto que en los momentos de crisis sabrás quienes son tus amigos y quienes no. Decide a quienes quieres cerquita, a quienes quieres lejos, a quienes agradecer, a quienes perdonar. Estos momentos son los más importantes para tomar decisiones, para alinear valores, para amar y valorar a quien se atreve a preguntarte ¿cómo estás? tanto como a aquel que te lastima sin preguntar nada. ¡Decide con compasión! 

9. Perdona. Cierra ciclos, toma decisiones. No se vale estar en 2057 quejándote de que en el 2017 alguien te miró feo, que quien dijo ser el amor de tu vida te dejó por alguien más, que hablaron mal de ti. ¡NADA! Cierra el ciclo, perdona, y no lo digo por ellos, lo digo por ti. Nadie tiene el poder de lastimarte si tú no lo permites. Ve a un lugar hermoso, despídete de ese amigo con el que decidiste terminar relación, dile adiós, dile gracias, dile perdón, dile te amo y deja ir esas emociones que te hieren para seguir avanzando, aprendiendo, creciendo. 

10.  Antes de voltear a ver en qué ayudar, a dar, ofrecer amor, o servir, escucha, juguetes, salud, bienestar, comida, dinero, medicamentos, hogar, palas, paz, contentura, lo que sea que puedes dar... Asegúrate que tú y tus seres amados lo tengan y además, sepan dónde encontrarlo en caso de necesitarlo. Cuídate primero a ti (no eres egoísta, eres responsable), cuida a tu gente (no eres egoísta, eres amoroso y protector) y luego cuida a los demás.

Hace un par de semanas, (tirándome al drama) dije: "Este año, no ha sido mi año" la respuesta fue tan atinada... "¿No ha sido tu año? estás bien, has ayudado, has encontrado a grandes y verdaderos amigos, has aprendido, has crecido como nunca. ¡Claro que es tu año!"

Tú sabes si ver el vaso medio lleno o ver el vaso medio vacío. Tú sabes a quién le das tu corazón, tú sabes si ves negro, blanco o la inmensa diversidad que existe entre uno y otro. 

En la interpretación de tu realidad está tu realidad.

Esta locura de vida se enriquece de esas experiencias, se trata de responsabilizarse, tomar decisiones, aprender, compartir y lo más importante: Gozarlo,  porque es la única vida que tienes. 



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