Lo que callamos los puntuales...

No sé en qué momento nació mi amor al tiempo y mucho menos mi gran interés por cuidarlo. En varias ocasiones se lo he adjudicado a los hábitos de mi papá, donde podría estar toda la familia lista para salir (y me refiero a mamá, hija mayor, hija menor, suegra, suegro, cuñados (los 4), concuños (2 en ese entonces), sobrinos (los 5) y él paseando en toalla por la casa escuchando música, fumándose un cigarrito o hablando por teléfono con mis abuelos retrasando al grupo completo para salir de vacaciones o a alguna actividad que planeamos juntos. 

Tengo también muy presente una ocasión en la que acordamos ir al circo, íbamos muchos y fue para mi muy sorprendente como a la hora exacta sonó el timbre de casa de mi abuelita, donde mi hermana y yo pasábamos la mayor parte de nuestros días. Recuerdo estar muy sorprendida porque mi tío fue puntual y yo estaba acostumbrada a que la familia de mi papá se retrasara entre un poco y mucho, así que le pregunté que porqué llegaba a tiempo y sus palabras no se me olvidan...  me dijo "cuando quedé en llegar a esa hora es porque di mi palabra y mi palabra vale mucho".  ¡Me dejó atónita! Creo que tendría en ese entonces 12 años pero venía de un planeta en dónde 1 hora de retraso (o más) era normal. 

Después de eso, empezó la vida "adolescente" dónde llegar tarde se volvió muy enfadoso, ya que tenía horarios restringidos para salir con mis amigos, entonces... llegar tarde (por mi papá) no hacía que el permiso se extendiera (con mi mamá), en algunas ocasiones si mi papá tenía que recogerme corría con la suerte de poder estar más tiempo en la fiesta, a veces el tiempo suficiente como para bailar unas cuantas canciones más, otras veces el suficiente como para ser de las últimas, otras tantas ayudar a recoger, unas que otras limpiar, esporádicamente pedirle una pijama prestada a mi amiga y acabar en pijamada con mi mejor amiga para irme por la madrugada a casa medio zombie. 

Siguió la vida y cada vez me fui poniendo más sangrona... pero ahora era con mis amigos o con mis ligues... algunas veces llegué a mandar un SMS diciendo "mejor nos vemos otro día" a los que llegaban tarde por mi, o en alguna reunión en determinado punto de encuentro, otras veces esperaba por 20 minutos y si no llegaban simplemente me iba. Y no precisamente por que yo sea la reina de la puntualidad, solo empecé a hacer consciente todo lo que podría haber hecho mientras estaba esperando... y que si la gente fuera honesta con el tiempo que les toma estar listos, o cumpliendo su palabra, tendría mucha más calidad el momento que pasas con ellos. 

Profesionalmente no es tan sencillo decir "ya me voy, ahí te ves"... de pronto me ha tocado esperar hasta dos horas a algún directivo con quién quería hacer alguna alianza importante que pasó la tarde saliendo de su oficina diciéndome "ya merito" hasta que colmó mi paciencia y tolerancia. ¡Me sentí tan agredida! Sentí que fue una inmensa falta de respeto a mi espacio, a mi proyecto, a mi organización, pero sobre todo a mi tiempo ¿qué creerá que hago durante el tiempo que lo espero? En varias ocasiones me fui, recordando que su puntualidad, es su palabra... y que no quiero hacer negocios con alguien que no tiene palabra (o la capacidad / asertividad de dar la cara, disculparse,  y re agendar). 

También soy impuntual en ocasiones, y no sé los demás, a mi me causa mucha vergüenza... por que estoy faltando a mi palabra. Soy de esas que detestan que digan "los mexicanos somos impuntuales, y como así somos, citas media hora antes" no quiero ser de esas mexicanas, quiero ser de las personas que ponen en alto el nombre de su país, quiero ser "la mexicana que llega a tiempo" quiero ser la excepción que confirma la regla. 

Los imprevistos son cosas cotidianas, pero no quiero que se refieran a mi como yo me he referido de otros "dile 1 hora antes, siempre llega tarde, seguro ya no lo logramos, nos va a tocar mucho tráfico por no salir a tiempo..." y hacer de la impuntualidad un hábito en mi vida.

"Si conocieras tan bien el tiempo como yo,
no hablarías de perderlo"
Lewis Carroll
Hay ocasiones en las que la impuntualidad de otros me desmotiva y de repente me sorprendo haciendo cosas que en verdad no van conmigo, (en tono bajito te digo: "Cosas de impuntuales") y cuando me cae el 20 siento culpa... ¿cómo qué? me cacho inventando pretextos para cancelar citas (por que tengo algo después y se que la impuntualidad del otro me hará no llegar), agendo gente en momentos donde "no tengo nada que hacer" y perder varias horas de mi día no me harán enojar, llegar tarde a trabajar ¡ps total... todos llegan tarde!, salir 5 minutos antes porque se que el otro no va a llegar a tiempo, agendar otra reunión en el mismo sitio donde acordé ver a alguien más para que si se le hace tarde yo esté ocupada. 

Ya con todos estos antecedentes, se que los demás no van a cambiar y que si otros no valoran mi tiempo yo soy la única responsable de cuidarlo y respetarlo... más allá del gran respeto que siento por la gente que me rodea y porque es precisamente lo que espero recibir a cambio... porque sé que tan valioso es y que el día de mañana estaré contando los minutos, horas, días, semanas, meses y años que no hice algo, no dije algo o no logré algo... por lo que hoy en día estoy segurísima de que hago que cada segundo de mi vida cuente. 

Hay momentos irremediables, sin duda, pero amo cuando dicen "cuando es con Raquel, intento llegar a tiempo por que se pone loquísima" , también la gente que me rodea ahora me llama y me dice: "no lo lograré a tiempo, mejor nos vemos mañana", "Raquel tiene planeado hasta la hora a la que irá al baño" (jejeje, y no porque en verdad lo planee, si no por que cada vez más gente cercana sabe lo mucho que vale mi tiempo, incluidos esos minutos que puedo tomar para hacer cualquier cosa!). 

Sin duda habrá gente que nunca entenderá... quiero compartirte algunas cosas que podrías hacer y no te queda de otra (si eres de los raros mexicanos puntuales que existen en este país o "se te chispoteó" y llegaste a tiempo):

Se honesto
No digas horas falsas, dile a la persona que verás que sueles ser puntual, ponte tiempos límite de espera siendo tolerante y paciente. No sacrifiques tu propio bienestar (si tienes hambre pide algo de comer mientras esperas) y cuando llegue la persona no te quedes con un enojo atravesado, expresa tu sentir de manera respetuosa y conversalo. 

Has rendir tu tiempo 
Carga siempre un libro (el celular es divertido, pero de repente cansa y no deja nada productivo), conoce gente nueva y haz amigos mientras esperas ¡puede ser divertido!, llama a esa persona que tenías pendiente llamar, organiza tu agenda, confirma citas, revisa el estatus de trabajos pendientes, revisa documentos que te enviaron, responde correos electrónicos, haz una lista de pendientes (Keep es una excelente app para eso). 

No intentes cambiar a la gente
Es super cansado y debemos entender que no todos tienen este sentido de respeto por el tiempo... planea con el factor "retraso". Se vale rendirse un poco y descansar... retoma el aire y vuelve a la vida real pronto. ¡Tu palabra vale muchísimo! 

Sé que también habrá gente que dice: yo quiero ser puntual, pero no me sale... te comparto algunas ideas que a lo mejor te funcionan...

Échale un ojo a los minutos
Hace muchos años tengo adelantados mis relojes... algunos 5,10, otros 15... nunca se cual es el real... :P Y casi siempre procuro llegar mínimo 20 minutos antes (o planeo llegar así aunque no me salga siempre). Cuando dudo... busco en Google Maps el tiempo que me tomará llegar a algún lugar y procuro despertarme 2 horas antes de salir (así tengo una hora para "pendejear"... la desidia de levantarme, desayunar con calma, elegir que me pongo... y la otra hora para hacer lo que en verdad tengo que hacer). 

Hacer hábitos
Aprender a dormir ayuda... hacer hábitos de dormir a cierta hora y despertar a cierta hora... hoy en día ya me despierto algunos minutos antes que el despertador, no es nada fácil... pero cuidar esos horarios hacen que no sea una patada en el trasero pararte. Es por eso que de pronto muchos amigos me dicen que muy tempranito estoy publicando cosas... por que ya es una costumbre. 

Saber dar la cara
Para mi, es tarde cuando ya dio la hora y no estoy donde debería estar... cuando se me hará tarde, busco por cualquier medio avisar en dónde estoy y cuanto tiempo me va a tomar llegar... a veces no encuentro el teléfono y mando un mail disculpándome y siempre digo que estoy cerca (o no) y que se que su tiempo es importante por lo que si consideran que re agendar es mejor opción me lo hagan saber, si es con amigos o familia les digo que se adelanten o que empiecen sin mi para no ser yo quien está obstaculizando las cosas.  

Aprende a decir que no
Creo que una de las principales razones por las que llegamos tarde es que no sabemos decir que no "Lo siento, tengo que llegar a tal lado  ¿Te late si seguimos otro día?" "Tengo que colgar por que si no no llego" es lo más dificil por que nos gana la emoción... el chisme, echar el chal, o la pena de decirle al otro... tengo que irme. Suele ser penoso cortar una buena charla, o decirle al otro que ya estuvo... pero después es más penoso decirle al otro que llegaste tarde por tu falta de asertividad y no decir las cosas, ¿no? 

Me he topado con esos "haters" que te dicen "la vida es eso que pasa mientras haces planes", "quieres hacer reír a Dios, cuéntale tus planes"... no es que planee sobre piedra, lo hago en lápiz y con goma cerca... pero es mi manera de administrar esos minutos que tengo para estar creciendo profesional o personalmente. 

En lo profesional, valoro mucho el tiempo que otros me ofrecen pues podrían estar con sus familias, con sus amigos, o terminando cualquier proyecto que los haga felices. 

En lo personal, quiero estar segura que jamás tendré que quedarme con abrazos guardados, besos no dados, palabras no dichas y que la muerte sepa que aquí no hay alguien que le tema porque todo el tiempo que ha tenido lo ha dedicado tan bien como ha podido para ser feliz y hacer feliz a los demás. Hacer que cada minuto de tus días valga depende de ti. 





Entradas populares